Nos encontramos en un entorno privilegiado.

La Plaza del Arroyo es una de las de más amplias de las espacios públicos históricos existentes dentro de las murallas islámicas de la ciudad. Esto se debe a que, en su origen, era una zona de la ciudad que inundaba un arroyo que tenía su nacimiento en la actual basílica del Carmen y, bajando la plaza Peones y la calle Curtidores, se quedaba estacado en la plaza del Arroyo, saliendo del recinto murado por la actual puerta del Arroyo.

El mal olor y la insalubridad, debido a la labor que los curtidores realizaban en la balsa de agua, provocaron que el arroyo finalmente se cubriera en 1598. A partir de esta cobertura la zona pasó a ser una de las zonas más insalubres a una de las más distinguidos. Con la construcción de la Catedral en 1695 y el acondicionamiento urbano que la zona requería (eliminación del barranco y derribo de casas para construir las escalinatas y crear espacio y perspectiva frente al templo), la plaza de Arroyo pasó a convertirse en uno de las parcelas más elegantes de la ciudad. Muestra de este rango son los palacios de Bertemati y de los Condes de Puerto Hermoso, que abren sus fachadas a la plaza.

Catedral de Jerez

Es una construcción del siglo XVII que aúna los estilos gótico, barroco y neoclásico. Es la antigua Iglesia Colegial, elevada a la dignidad catedralicia por la bula «Archiepiscopus Hispalenses» del 3 de marzo de 1980 de Juan Pablo II.

Palacio de Bertemati

Magnífico exponente de casa señorial jerezana, fue declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, en 2005. Actualmente es la sede de la Diócesis de Asidonia-Jerez.

El Alcazar

Es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, está situado en el ángulo sudeste del recinto amurallado, formando con las murallas, torres y puertas un complejo sistema defensivo